Hoy se termina una corta etapa de inmersión en un matriarcado, aunque esta vez menos que otras, tal vez la crisis tenga algo que ver. He conocido a mujeres fuertes, a mujeres muy trabajadoras.
Falta reconocimiento, qué poco se valora el trabajo de las limpiadoras. Es una fuerza tan invisible, que ha veces ni te ven, ni te oyen.
40 camas para dos, comedores, pasillos, baños... como en cualquier trabajo, he aprendido mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario